martes, 11 de octubre de 2011

-¿Te he dicho ya que me pareces un cerdo?




- Sí, me parece que sí... Así pues, ¿paso a recogerte mañana por la noche?

- Ni hablar. Creo que no resistiría otra noche como ésta.

- ¿Por qué? ¿no te has divertido?

-¡Muchísimo! De hecho, hago esto a menudo. Hago de camarilla todas las noches. Luego me persigue un poco la policía, bajo al vuelo de la moto en mitad del campo, hago que me persiga un perro rabioso y, para acabar, me tiro de cabeza sobre una montaña de estiércol. Chapoteo un poco dentro y después vuelvo a casa en bragas y sujetador.

- Con mi chaqueta puesta.

- Ah, sí, lo olvidaba.

- Pero hay algo que no has dicho...

- ¿El qué?

- Que has hecho todo eso conmigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario